27/07/2012 08:38:58 - Xalapa, Ver. por Miguel Ángel Cristiani
Todo esto, porque una vez más, el ejecutivo estatal envió al congreso una iniciativa de ley, que lejos de causar una buena impresión, fue rechazada antes de que pudiera ser presentada ante el pleno para su discusión y en su caso aprobación.
Primer fue la conocida como ley antitwiteros, que castigaba con prisión a quienes se atrevieran a publicar mensajes en las redes sociales que pudieran causar terrorismo o temor entre la población.
Ahora es una ley que reforma el Código de Procedimientos Electorales, conocida como Reforma Electoral, que presenta varios puntos que han logrado que propios y extraños se unan en contra, por la serie de barbaridades que propone, entre otras, el que se castigaría a quien se atreviera a criticar o hablar mal de los candidatos o partidos políticos en las elecciones de alcaldes, diputados y gobernador.
Pero además, se advertía que no se daría publicidad a los medios que se atrevieran a desacatar esa orden.
Hágame usted el grandísimo favor, en lugar de ir para adelante, como se nos quiere hacer creer, pues estaríamos retrocediendo hasta tiempos ya muy pasados, cuando el presidente José López Portillo –tristemente célebre por defender el peso como un perro y llorar en la tribuna del congreso federal- pretendió implantar la censura a los medios de comunicación, bajo el lema “no te pago para que me pegues”.
Pero las pifias en materia legislativa, ponen de manifiesto, que no existe en todo el aparato burocrático del gobierno del estado, algún abogado con la experiencia necesaria, para advertir de tales desaciertos.
Por lo pronto, la iniciativa de ley a la Reforma Electoral, ya logró unir en contra a todos los partidos de oposición en el congreso, que quedaron mal acostumbrados a que su voto vale y que si quieren su aprobación tendrán que venderlo a buen precio, como recomendaba Agustín Lara.
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