14/02/2013 23:10:12 - Xalapa, Ver. por Salvador Muñoz
II
Los políticos
son como el pretendiente... buscan enamorar a la ciudadanía.
Hacen cosas que asombran, lo mismo agarran un machete, una escoba, una brocha,
¡que
hasta echan tortillas! ¿A poco
no somos así cuando
pretendemos a la dama?
Y no sólo
eso... los políticos
agarran una bici y salen a pedalear por toda la ciudad... se suben al
democrático
urbano y saludan de mano a todos... se ponen tenis y corren por los parques
públicos... se muestran sencillos, humildes,
honestos... como usted y como yo... si parecen humanos... todo, por tratar de
conquistarlo a usted, a mí, a
todos...
Son valientes, echadores, bravucones
cuando la ocasión lo
amerita con tal de impresionar al ciudadano; pero también son
educados, gentiles, desprendidos y hasta parecen “gentleman” cuando
nos escuchan... sí,
porque cuando nos pretenden, cómo
tienen paciencia para escucharnos.
III
Catorce de febrero... llegamos al
Bariloche... estaba cerrado. ¿Cómo
pudieron cerrar en un 14 de febrero? De mala gana, decidimos ir al Asadero que
está por
Teatro del Estado... no me gusta, pero ya se me quemaban las ganas de entregarle
su regalo... había
planeado todo... como el Capitán de
Meseros era mi cuate, de seguro me ayudaría, pero
en el Asadero no conocía a
nadie... cenamos y entonces, en hurtadillas, entregué al
mesero el regalo para que se lo diera en el postre.
Han de imaginar qué regalo
fue cuando su respuesta fue un “¡Sí!”
IV
Vienen las elecciones... ya con las
pre-elecciones tenemos muchos pretendientes... ya los vemos en espectaculares;
los vemos en las redes sociales; los vemos en los periódicos;
los vemos por todos lados... nos siguen por aquí y por
allá... en
el cine, en misa, avisándonos
en twitter que siempre piensan en los ciudadanos... nos preguntan qué pensamos del Papa, del tiempo, de cualquier cosa
con tal de hacer plática...
pareciera que fingen interés en
nosotros y eso nos gusta, porque nos hace sentir importantes...
V
14 de febrero... me despierta con un beso
y un “Feliz
Día del
Amor”...
todo amodorrado, apenas si levanto el ojo, intento sonreír y
alzo la trompa en respuesta a su beso... creo que dice que me quiere y no
sé si fue
un “igual” o un
gruñido lo
que salió de
mí para
dejar entonces caer mi cabeza sobre la almohada... todavía alzo
un ojo y descubro su bella figura y sus malditas prisas porque tiene que entrar
a las 8 am pero ya se le hizo tarde...
Ya no le doy regalos... ya no le doy
ramos de rosas y mucho menos osos gigantes que hagan de sus pequeños ojos
grandes platos... tampoco hubo cena con romántico
anillo de compromiso... pero no lo malentienda... no, por favor, no... no soy
político,
ni candidato que después de
las elecciones olvida sus promesas de campaña, el
estar cerca del pueblo o cambia el parque público
por un Gym exclusivo y mucho menos... los 14 de febrero ya los vivimos todos los
días
porque podríamos
decir que a diferencia de nuestro gobierno, en nuestro hogar, con todo lo que
implica una sociedad, no hay democracia... hay una monarquía donde
ella es la princesa que besa todos los días a un
sapo.