Centenas de miles de obreros desfilaron por las principales plazas de la República Mexicana protestando por las políticas públicas que han implementado los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN desde hace más de 26 años, y que han logrado empobrecer a más de 64 millones de compatriotas, mientras a más de 17 millones los ha convertido en miserables.

02/05/2011 00:38:23 - Xalapa, Ver. por Helí Herrera Hernández

      En el Distrito Federal como en el resto de las capitales de los estados, los obreros oficialistas y los revolucionarios unieron su voces para rechazar la reforma laboral que el actual gobierno de Felipe Calderón impulsa en el seno de la Cámara de Diputados, porque la misma lleva el propósito de liquidar sus conquistas laborales, volviéndolos más vulnerables con la clase empresarial, industrial, bancaria y comercial.

      Esta misma iniciativa no fue aprobada, habrá que apuntarlo, debido a que los legisladores del Partido Revolucionario Institucional vislumbraron el peligro que corrían si lo hacían antes de las elecciones de julio en el Estado de México, la cual se ha convertido en la madre de todas las elecciones, pero que nadie duda, porque inclusive ya lo hicieron saber públicamente, que dicha contrarreforma laboral cuenta con el apoyo y respaldo del grupo legislativo tricolor. En pocas palabras, los y las diputadas del PRI la aprobarán una vez pasada esa elección.

      Pero la jornada del primero de mayo sirvió para que el gobierno federal, su partido el PAN, y los mismos dirigentes nacionales del PRI vean el grado de rechazo a la conservadora reforma laboral, y las consecuencias que la misma traerá a los partidos políticos que la avalen a través del voto de sus grupos legislativos, y sirvió también para que el movimiento obrero advierta que solo unidos podrán evitar que los gobiernos títeres de la burguesía doméstica y extranjera sigan golpeándolos con decisiones que lesionan su ya de suyo precario salario.

      La fuerza que mostró la clase trabajadora en las calles de todo el país se engroso con los más de tres millones de mexicanos desempleados que el actual gobierno no ha podido generarles una oportunidad de trabajo, pero también con las decenas de miles de mujeres que se sumaron a las marchas hastiadas de que sus salarios son 8 por ciento menores a los que perciben los hombres.

      Los ríos de obreros que caminaban y gritaban consignas por todas las principales plazas del país lo hacían contra las políticas económicas del gobierno panista de Felipe Calderón, que sigue aumentando cada mes el precio de los combustibles, como si no supiera que es detonador de inflación, y que la misma golpea severamente el bolsillo de las clases sociales más necesitadas de México.

      Los grados de miseria en que deambulan ya 17 millones de compatriotas, sumados a los 64 millones de pobres que acepta el propio gobierno federal que hay en nuestra nación, representan un 75 por ciento de la población nacional que vive con uno y dos dólares diarios respectivamente, mientras en el mismo país conviven 14 familias cuyas riquezas superan el monto de nuestras reservas federales, es decir más de 112 mil millones de dólares.

      En medio de tanta podredumbre económica emerge aquí mismo el hombre más rico del mundo, el presidente del GRUPO CARSO, don Carlos Slim Helú, con una fortuna cercana a los 74 mil millones de dólares, lo que habla de una disparidad ética, humana, económica y social, que la han generado los gobiernos prianistas desde 1985 hasta hoy.

      Este movimiento obrero que desfilo el primero de mayo, tanto de los trabajadores pertenecientes a los sindicatos oficialistas, como de los independientes clamaron por un freno a la violencia; por un respecto a los derechos laborales como el de LA HUELGA, LA CONTRATACIÓN COLECTIVA y LA LIBERTAD SINDICAL, y exigieron, con energía, un cambio DE RUMBO ECONÓMICO al actual gobierno federal.

      La clase trabajadora marcho y exigió este día del trabajo, pero es menester que se mantenga unida y con una visión de objetivos superiores. ¡ya no más salarios de miseria!; ¡Ya no más explotación infantil!; ¡Ya no más acosos sexuales para con las mujeres trabajadoras!; ¡Ya no más privilegios para unos cuantos!; ¡Por una mejor distribución de la riqueza en México!

      El movimiento obrero puede poner de rodillas a los gobiernos burgueses, el día en que se unan, estoy convencido de ello.

   Twitter:HELIHERRERA.es