31/07/2011 15:15:38 - Xalapa, Ver. por Helí Herrera Hernández
Pretendieron hacernos creer que iban ser permanentes porque atribuyeron al modelo capitalista vida eterna. Hoy, la perspectiva de ese modelo económico ha entrado una vez más en una crisis cíclica, mucho más grave que las anteriores, como lo predijo Carlos Marx, porque amenaza no solo las superestructuras jurídicas de las naciones industrializadas, sino también sus bases financieras y el conjunto de sus fuerzas productivas.
La crisis de los Estados Unidos de Norteamérica que tanto preocupa al mundo, y que podría entrar en moratoria-recesión el próximo martes 2 de agosto no es exclusiva de esa otrora nación imperialista poderosa. Japón, por ejemplo tendrá un decrecimiento en su Producto Interno Bruto del 8.3 por ciento. El Reino Unido de menos 6.6%; Grecia de menos 6; Irlanda de menos 5.9%; España menos 4.7 por ciento; Francia menos 4%; Canadá menos 3.6%; Portugal menos 3.2%; Italia menos 2.8% y Alemania de menos 2.1%.
Como si el decrecimiento de esas economías fuera poco, la deuda pública neta proyectada para este 2011 de su PIB ubica a Canadá con 35.1%; a España con 52.6%; a Alemania con 54.7%; a Estados Unidos con 72.4%; a Inglaterra (Reino Unido) con 75.1%; a Francia con 77.9%; a Portugal con 86.3%; a Irlanda con 95.2%; a Italia con 100.6%; a Japón con 127.8% y a Grecia con 152.3 por ciento.
Expertos en economía global alertan sobre lo que podría ser una nueva crisis financiera mundial si no se dan verdaderos cambios en la estructura económica de los países europeos y de Estados Unidos, que por lo que se observa, no están dispuestos sus gobiernos a estructurar, dado que están convencidos que los ricos nunca deben de sacrificar sus ganancias y acumulación de riquezas, y abrazan la tesis de que sigan siendo los pobres los que paguen las consecuencias de este modelo económico empobrecedor, que en México, al menos, el gobierno de Felipe Calderón admite ya tener a 52 millones de compatriotas pobres y 11.7 millones de mexicanos en extrema pobreza (miserables), que en suma dan casi 64 millones de personas que apenas si sobreviven con escasos alimentos.
Esta terrible situación que en Europa ya están viviendo naciones como Grecia, Portugal y empiezan a vivir España e Italia, amenaza con convertirse en una epidemia en otras naciones industrializadas como Francia, Inglaterra, Holanda, Bélgica y acá, en nuestro continente, Estados Unidos esta a punto de entrar en un shock financiero de terribles consecuencias para Canadá y México, que enlazadas a la crisis europea, pondría al modelo capitalista en actus-mortis, como más temprano que tarde sucederá.
El 2 de agosto se acerca y sería catastrófico con base en las estadísticas de analistas económicos y de los organismos financieros internacionales.
Y es que ese día se le podría terminar el dinero al gobierno del presidente Barack Obama si el congreso no le aprueba contratar MÁS DEUDA EXTERNA. Estados Unidos dejaría de pagar sueldos, proveedores, gastos de mantenimiento y sus obligaciones financieras con quienes en todo el mundo tienen bonos del tesoro estadounidense con efectos económicos peores a la quiebra de Lehman Brothers, que en septiembre de 2008 provocó perdidas en tan solo un día de 500 mil millones de dólares.
Disputas políticas sobre temas decisivos para el funcionamiento de su economía entre los grupos parlamentarios en Estados Unidos han llevado a una situación efectivamente inédita: la posibilidad de que la deuda de este país, evaluada siempre con la mayor nota por el oligopolio calificador Standard & Poor´s sea degradada. Esta calificación, como en otros casos, implicaría que las tasas de interés a la que el gobierno estadounidense coloca sus emisiones aumentaría, lo que provocaría que en lugar de pagar a 2.98% su interés, tuviera que hacerlo al 4% lo que generaría una fuga de divisas (dólares) tan extraordinaria que podría poner en riesgo que el dólar deje de ser >>la moneda de reserva última y de primer orden<< como declaro el Fondo Monetario Internacional.
La disputa entre los partidos republicano y demócrata aunque esta centrada en la elevación del techo de endeudamiento incorpora temas decisivos en la agenda política de Estados Unidos que afectan al mundo capitalista entero. Para la derecha republicana se trata de acotar la capacidad de intervención del gobierno en el funcionamiento económico, por la vía de obligarle a reducir el gasto social sin que aumenten los impuestos.
Los demócratas y el propio Obama han estado de acuerdo en reducir el déficit, pero la diferencia es que ellos lo harían aumentando impuestos a los estratos DE MUY ALTOS INGRESOS, particularmente a grandes conglomerados empresariales y reduciendo, efectivamente, el gasto público. Demócratas y republicanos coinciden en reducir el tamaño del gobierno estadounidense a través de limitar el déficit presupuestario, pero difieren en la composición general de sus finanzas. Los republicanos quieren desmantelar el ESTADO DE BIENESTAR que los demócratas impulsan, como son las ayudas a los grupos sociales vulnerables en los Estados Unidos, a cambio de no aumentar impuestos, mientras que los demócratas persisten en mantener las ayudas para la educación, para la salud y para la vivienda para gentes pobres, aumentando impuestos para cubrir tales gastos solamente a los sectores privilegiados, o sea, los que acumulan riqueza, situación que la ultraderecha se niega aceptar a través de los 50 diputados que lograron meter a la cámara de representantes el grupo Tea Party, más otros diputados y senadores republicanos que tienen compromisos con los empoderados económicos de su país.
Este es el quid que de no resolverlo antes del martes a la media noche, la economía de los Estados Unidos se meterá en un hoyo profundo y oscuro porque prácticamente no tendrá dinero ni para pagar sus obligaciones internas (gasto corriente, etc.), ni para cumplir con las externas (pago de su deuda a precios casi triplicados) que lo llevarían sin lugar a dudas a la bancarrota.
Son tan frágiles las estructuras del sistema capitalista en el mundo que la pulmonía que le daría a la economía norteamericana haría que se desplomaran las bolsas en el mundo, y la quiebra del sistema financiero internacional volvería de la noche a la mañana pobres a los multimillonarios que se niegan a pagar impuestos por sus altísimas ganancias, pero que, en cambio y como una verdadera perogrullada, sería el mismo modelo económico que tanto defienden e impulsan el que terminaría convirtiéndolos en pobres al perder sus dineros en la banca especulativa.
El mundo vería la quiebra del capitalismo y muchos, muchísimos economistas tendrían que desempolvar los libros del capital de Karl Marx y de John Maynard Keynes, como cuando sucedió la gran depresión de 1929, para volver abrazar las tesis del ESTADO INTERVENCIONISTA y recomendárselo a los gobiernos del mundo.
Twitter:HELIHERRERA.es