Desde el desafuero que otro poder le endilgo al gobernador de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, la opinión pública no había estado tan ocupada en seguir las sesiones de La Suprema Corte de Justicia de la Nación, como sucedió la semana pasada con las discusiones que en su seno tuvieron los ministros, relativos a la inconstitucionalidad presentada por La Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California, contra el artículo 7 de la Constitución Política de aquel estado, que castiga con cárcel a la mujer que aborte. 

03/10/2011 10:23:28 - Xalapa, Ver. por Helí Herrera Hernández

      Fueron varios días que “”el ratting”” del canal del Poder Judicial se septuplico debido a lo trascendental del proyecto presentado por el ministro José Fernando Franco González Salas, que daba por hecho la inconstitucionalidad de ese artículo, y que pese a lo bien fundamentado y argumentado por el jurisconsulto, no alcanzo los 8 votos que se requerían para que alcanzara tal precepto, y al final, el conservadurismo en México se alza con un triunfo, sancionando con cárcel a toda aquella mujer que se practique el aborto, inclusive desde la concepción. 

      Fueron los ministros Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Luna Ramos, el misanteco Guillermo Ortiz Mayagoita y Jorge Mario Pardo Rebolledo (el primero propuesto para ocupar el cargo por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, a propuesta del Partido Acción Nacional, quien inclusive había sido regidor del ayuntamiento de Guadalajara por ese partido, así como candidato a diputado federal por el estado de Jalisco; La segunda fue propuesta por el presidente Vicente Fox y ratificada en segunda propuesta por los senadores del partido (de) acción nacional, dado que en la primera fue rechazada porque no contaba con el aval de Diego Fernández de Ceballos quien era el coordinador del grupo parlamentario del partido blanquiazul en la cámara alta, después de que intervino a favor de ella el argentino Carlos Ahumada Kurtz, prófugo de la justicia mexicana actualmente< ante el jefe Diego; y del último podríamos abonar que cuando era juez federal decreto la libertad absoluta de Otón Cortés, señalado de haberle disparado al malogrado candidato del Partido Revolucionario Institucional Luis Donaldo Colosio el día que lo asesinaron ), quienes mostraron su desden por las mujeres mexicanas, ubicándolas en segundo plano, muy por abajo del hombre, correspondiendo de esa forma a su posición ideológica oscurantista, ultraconservadora y dogmática como ha sido siempre la del PAN. 

      Estos tres ministros de tendencia derechista permearon el sentido del voto del egresado de la facultad de derecho de la universidad veracruzana Guillermo Ortiz Mayagoita, y con ello alcanzaron los 4 votos que se requerían para declarar válida la modificación que la legislatura local de Baja California (norte) había hecho para castigar con cárcel a toda mujer que se practique el aborto, muy a pesar que siete ministros la declaraban inconstitucional, porque en La Constitución Federal no se reconoce jurídicamente  la vida prenatal y por ende, una constitución local no podría hacerlo. 

      Los magistrados Arturo Saldivar Lelo de Larrea, Juan Silva Meza, José  Fernando Franco González Salas, Luis María Aguilar Morales,  Sergio Armando Valls Hernández, Olga Sánchez Cordero y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación José Ramón Cossio Díaz votaron por la inconstitucionalidad del artículo 7 de la Constitución del Estado de Baja California, pero no alcanzaron los 8 votos que La Constitución Federal exige para tal escenario y por consecuencia, en aquel Estado como en 15 estados más, las mujeres no tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y sus vidas. 

      Más allá de pretender ir al fondo de lo que verdaderamente es el aborto en un moribundo modelo capitalista, donde el índice de mortandad infantil es de 17.29 por cada mil niños nacidos en México, que nos coloca en el lugar 103 en el mundo; y que el hambre y la desnutrición matan a seis millones de niños anualmente en el mundo, pero afecta a 852 millones de personas más, que más temprano que tarde también morirán, lo cierto es que la derecha en nuestro país prefiere encarcelar a las mujeres que se practiquen el aborto, sin importarles que el modelo económico que ellos defienden e impulsan con sus gobiernos son los causantes de todas estas muertes ya no del feto, sino de niños y jóvenes nacidos que al no encontrar sus padres empleo, o que el salario por el que tienen no les alcanza para satisfacer sus necesidades más elementales, llegan a esos estadios de miseria, hambruna, desnutrición y fallecimiento. 

      Para los gobiernos neoliberales que promueven esas políticas públicas  no hay castigo ni terrenal ni divino. Para ellos no hay condena ni cárcel como para con las mujeres que no abortan porque sea su hobby, sino porque no tienen empleo en ese momento, y porque a corto, mediano y largo plazo el gobierno que les administra sus vidas laborales no les esta garantizando trabajo digno y bien remunerado que les permita darles a sus hijos una vida decorosa, ya no digamos de lujos. 

      Y que decir de los sistemas de salud de estos gobiernos que también, día con día van empeorando, y que por negligencia médica o por falta de medicamentos conllevan a la muerte a infantes y niños desnutridos. ¿Para ellos no hay cárcel? 

      No, los gobiernos conservadores, la iglesia católica, y estos ministros del Opus Dei, prefieren que las mujeres traigan al mundo a todos los hijos que puedan, sin importarles que el único futuro que les espera, si es que no mueren por desnutrición-hambruna, o por falta de atención médica, sea el mundo de los ninis o el del narcotráfico, tan fortalecido últimamente como la realidad lo muestra por este sector juvenil. 

      ¡La doble moral de la burguesía reaccionaria, aliada con los sectores retrógadas de la iglesia y del poder público han ganado una batalla más.!