El movimiento magisterial organizado como respuesta a la Reforma Educativa ha llegado a los extremos de parar escuelas de los dos niveles (básico-medio y medio-superior), como una acción para lograr que el gobierno federal y los estatales se sienten con ellos a encontrar alternativas a los efectos de dicha ley, aprobada por los diputados y senadores del Partido Revolucionario Institucional, del Partido (de) Acción Nacional y la mayoría de los del PRD.

07/10/2013 00:55:15 - Xalapa, Ver. por Helí Herrera Hernández

Las grandes movilizaciones escenificadas a nivel nacional fueron acompañadas con una huelga no declarada por maestros, principalmente del SNTE, que se sintieron traicionados por su dirigencia, convirtiéndose en organizaciones anárquicas que ante la ausencia de liderazgos no han podido aterrizar acuerdos, en las mesas de trabajo que ya están instaladas tanto en las legislaturas locales como en la secretarias de educación estatales.

Eso mismo ha ocasionado la toma de escuelas a lo largo y ancho del territorio que ha generado, a un mes de distancia, el malestar de padres de familia que exigen clases pero no tanto por preocuparles la educación de sus hijos, como dicen afirmar, sino porque para ellos los jardines de niños, las primarias, las secundarias se han convertido en guarderías donde los dejan sin sobresalto alguno, evitando pagar una que resulta onerosa.

Ese es en su inmensa mayoría el malestar de aquellos padres y madres que se están desgañitando por exigir clases, dado que nunca les han preocupado los planes y programas con que esos maestros enseñan a sus hijos; tampoco les importaba cuando miles de ellos faltaban a laborar porque andaban en comisiones sindicales o puntes vacacionales; ni les urge saber si el gobierno federal cumple con el porcentaje presupuestal que la OCDE les exige a los gobiernos de todos los países del 8 por ciento del Producto Interno Bruto; tampoco les han importado las estrategias del gobierno y las autoridades educativas para mantener a niños y jóvenes en el sistema educativo nacional, pues de cada 100 alumnos que ingresan a las primarias solo 14 terminan una licenciatura, debido, incuestionablemente, al modelo económico neoliberal que tenemos que hace que todos los desertores se incorporen al mercado laboral informal para lograr capturar unos pesos y ayuden con el gasto familiar, porque los gobiernos federales del PRI y del PAN que hemos tenido no han generado empleos bien remunerados, como en sus campañas los han ofrecido.

El fracaso del sistema educativo nacional no solo se debe a los maestros como quieren los medios de comunicación masiva hacernos creer (TELEVISA y Tv. AZTECA). Influyen muchos factores principalmente la desobligación de los presidentes de la República de dotar de presupuesto al sector (dinero), de organizar paneles, cursos, diplomados para los más de un millón de maestros; de forjar un modelo educativo que privilegie económicamente a todos aquellos mentores y escuelas que obtengan los mejores resultados académicos y, que estructure una carrera magisterial que premie los buenos desempeños haciendo un lado al SNTE corrupto que es, en la practica, el que ha tenido secuestrada la educación en México, con la complacencia y apoyo de los ejecutivos federales, como pago a su servilismo y apoyo en las campañas político-electorales.

Esos padres de familia no ven que estos gobiernos PRIANISTAS jamás han tenido un interés por impulsar la educación pública en México. A propósito han desfasado los planes educativos con el mercado laboral, dejándole a la educación privada-religiosa en este país ese privilegio. Los grandes consorcios, empresas, industrias y sistemas financieros (bancos) celebran convenios con el Tecnológico de Monterrey, con la Universidad Anahuac, con la de las Américas etc, para que sean éstas las que los provean de la mano de obra intelectual que necesitan, que requieren, conculcando de esa forma la posibilidad para cualquier hijo de padres clase medieros que logren titularse en la UNAM, en el POLI o cualquier otra universidad estatal pública, independientemente del promedio de excelencia con el que hayan salido.

Critican hoy a los maestros y les exigen clases pero ¿que han hecho ellos en las aulas familiares? ¿Han estado al pendiente de las tareas de sus hijos? ¿Qué tipo de enseñanza les imparten en su casa? ¿Qué tipo de programas de televisión los dejan ver? Porque lo que sus hijos aprenden en el aula familiar lo van a reflejar al otro día en las aulas escolares y llegan hablando como Laura Bozzo; quieren encuerarse como Facundo; actúan como la rosa de Guadalupe y muestran un lenguaje para con sus compañeros y maestros como el del payaso platanito.

Así es fácil echarles la culpa a los maestros de la mala educación que hoy critican esos mismos medios de comunicación, y que son los que exigen la evaluación para todos ellos.

Gramsci afirmo que para ser un intelectual la educación debe ser integral, es decir, la que se aprende en el aula escolar combinada con la que abreva en el aula familiar y, con la praxis, cuando el educando se mezcla en la sociedad.

En México los planes, programas y objetivos de la educación pública no han sido adecuados a la modernización educacional mundial. Cuba, a la que tanto ejemplifican hoy en la radio y la televisión nos lleva años luz en ese sentido.

Los resultados académicos van más allá de un examen. Requieren dinero-inversión, modernización, incorporación al salto tecnológico, a verdaderos programas pedagógicos, a la obligación de los padres a educar también en la casa y no ver, insisto, a las escuelas como el desfogue a sus responsabilidades.

A los maestros les esta faltando explicar el enfoque total educativo nacional. Querer convencer a los padres de familia tan solo por el rumbo privatizador de las escuelas públicas al declararlas sustentables no les esta alcanzando, porque la sociedad ya esta cansada de aquellos miles y miles de maestros que iban a cantarle las mañanitas en costa esmeralda a Juan Nicolás Callejas Arroyo; de que fueran los operadores políticos del PRI y por eso faltaban a clases; de que en lugar de cumplir con su misión anden sirviendo de carne de cañón de políticos tricolores y azules.

El despertar del magisterio nacional y estatal debe canalizarse en objetivos académicos superiores. No basta que se sacudan a los líderes charros que han tenido sino que transformen su conciencia. Educar es un privilegio, una misión, una vocación.

Yo también exijo clases pero no solo en las aulas escolares, sino en las aulas familiares donde se inicia el proceso formador del buen o mal estudiante.