Y es que a los miembros y militantes del Partido Revolucionario Institucional poco les interesa, de momento, si hay que desaparecer al Instituto Electoral Veracruzano, o si éste ya no lo podrá determinar el gobernador en turno por conducto de sus diputados. Tampoco les interesa, por lo que se observa, si la carrera parlamentaria es benéfica o no para el quehacer legislativo veracruzano, para profesionalizarlo. Mucho menos la reelección de los presidentes municipales y, mucho menos, incluir en la Constitución Política de Veracruz la revocación de mandato para todos los cargos de elección popular.

Lo que les interesa y así lo han demostrado a través de declaraciones públicas y privadas, desde el Gobernador hasta los precandidatos a la candidatura de su partido, es si pasan por alto la obligación que tienen de concatenar las elecciones locales con las federales, sin importar el gasto de tanto dinero en elección tras elección como ocurriría si no lo hicieran, a partir del próximo año (2015), que tendremos que elegir diputados federales; para el siguiente (2016), donde elegiremos Gobernador y Diputados locales; para el siguiente (2017) presidentes municipales, síndicos y regidores; para el siguiente (2018) Presidente de la República, Senadores y diputados federales; para el (2019) diputados locales; para el 2021 Presidentes municipales y diputados federales; para el siguiente año 2022 Gobernador y diputados locales; para 2024 diputados federales y para 2025 diputados locales y presidentes municipales, con solo dos años de receso (2020 y 2023).

Cuantas veces se ha venido afirmando y confirmando los miles de millones de pesos de la deuda del gobierno de Veracruz, en danzas que van desde los 42 mil hasta los setenta mil millones de pesos. Las primeras cifras aceptadas por el oficialismo y las últimas por la oposición. ¿No sería esta sola razón la fundamental para que la homologación de las elecciones locales y federales se hiciera, dado que generaría por lo menos mil quinientos millones de pesos en cada elección?

Esos recursos le caerían muy bien a la economía local; dado que hay queja de sectores productivos, del transporte, de servicios, de salud, de infraestructura y sobre todo en el educativo, donde afirman que les debe la secretaria de finanzas del gobierno de Veracruz miles de millones de pesos. Su liquidación sería benéfica para impulsar la reactivación económica.

Un gobierno responsable tomaría por estas circunstancias la decisión de reducir la duración de los Ayuntamientos a tres años para empezar, y montar en una sola elección los procesos electorales federales y locales, que dicho sea de paso ayudaría a combatir el abstencionismo, porque la gente ya está hasta el tope de tantas elecciones que se tienen.

Pero una cosa es lo que la sociedad veracruzana quiere (ahorro de dinero y menos elecciones), y otra lo que los políticos tricolores y uno que otro azul desean. El quid es que los suspirantes por la elección de renovación del ejecutivo que se avecina, nadie quiere ser gobernador de dos años sino de seis, y vaya, en un sacrificio para ellos, pues de ocho porque allí si todos concuerdan >en lugar de elegir en 2016 a un gobernador de dos años mejor elegir uno de 8 y así juntar las elecciones locales con la federal hasta 2024<

Allí concuerdan los dos senadores del Partido Revolucionario Institucional José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, ambos aspirantes a la candidatura de su partido a la gubernatura y hasta su pariente, el neopanista Miguel Ángel Yunes Linares que trae pleito casado con la directiva de su partido el PAN por este tema.

Este posicionamiento choca sin embargo con el que traen, en principio, los partidos políticos de Movimiento Ciudadano, el partido del Trabajo, El PRD y Acción Nacional, que junto con sectores sociales importantísimos y pueblo en general exigen menos elecciones y menos dinero en gasto para ellas.

Allí están las propuestas impresas en los diferentes medios de comunicación tanto en la radio, la televisión, los periódicos y en las redes sociales donde ha cobrado fuerza tal posicionamiento, que recogen el sentir de la sociedad en general.

El que un Senador de la República diga que la candidatura de dos años debe ser para Pepe Yunes, haciendo un lado el sentir popular, es solo una falta de respeto a los veracruzanos. El que el otro Senador afirme que Veracruz no esta obligado a homologar se traduce en avalar el despilfarro de miles de millones de pesos en elección tras elección porque, insisto, partir del siguiente año tendremos una tras otra. El que un priísta hoy vestido de azul grite que esta en desacuerdo con los dirigentes de su partido por buscar la concatenación de las elecciones locales con las federales, solo habla del interés particular por ser candidato a gobernador de Veracruz sin importarle el despilfarro económico que ello genera.

¿O están por el ahorro de dinero para que éste se utilice para impulsar el crecimiento de la economía veracruzana y genere bienestar social, o por defender sus intereses personales, que no de grupo o partidistas, como ya se observa con lo que han dicho y escrito?

Solo queda esta semana que hoy comienza para que la LXIII Legislatura del estado de Veracruz determine si aprueban la iniciativa de ley electoral que les mandó el gobernador Javier Duarte de Ochoa tal y como la envió, o deciden hacerle caso a sus representados y adecuan algo que exigen a gritos los veracruzanos >>Menos elecciones y menos dinero para ellas<<

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