Dir. Alberto Morales
 
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La Ruleta
Aunque es lamentable, nuestro país no se caracterizado por tener un alto índice de participación ciudadana en las urnas cada vez que se registra un proceso electoral, por el contrario, en ocasiones pareciera que se presentara la apatía por parte de los ciudadanos para no emitir un sufragio ante el desencanto de resultados anteriores.
11/04/2013 00:18:09 - Xalapa, Ver. por Magnolia Reyes





Así se observa en la mayoría de los casos, sin embargo, es en los procesos locales por lo general alcaldías -y diputaciones- que la efervescencia política se vive a flor de piel y se registra más movimiento por parte del electorado.



Quizás por ello son muchos los que aspiran para ir en busca del cargo edilicio, y no importa si para ello deben dejar a medias el cargo actual.



Para muestra basta un botón, hace unos días fueron trece los legisladores locales que solicitaron licencia para ir en busca de la candidatura a las alcaldías de sus lugares de origen y aunque las aspiraciones y deseos son propios de cada ser humano ¿cuántos de ellos cumplieron promesas de campaña? ¿impulsaron iniciativas de ley? es más ¿subieron a tribuna?



Las estadísticas son escasas y posiblemente por ello, es que la llamada Ley Antichapulín que intentó ver la luz en el 2010, sigue durmiendo el sueño de los justos; impulsar y aprobar una medida de esta naturaleza sería algo así como el llamado "Harakiri".



En aquel entonces de manera irónica, fue la legisladora Carolina Gudiño (hoy alcaldesa de Veracruz) una de las principales promotoras de impulsar una ley que aplicará candados para que los servidores públicos no dejaran los cargos sin terminar. Es de todos conocidos que la representante no concluyó su periodo para contender por la diputación federal, cargo que a su vez tampoco termino para buscar la presidencia municipal, cargo que ganó en la mesa por 80 votos.



De entonces a la fecha en el Poder Legislativo no se han dado muestras de sacar de la congeladora la propuesta y mucho menos llevarla a la tribuna.



Y aunque hay algunas excepciones, sería bueno que el electorado aplicara el voto de castigo en aquellos casos donde algunos funcionarios llevan al menos tres últimos periodos saltando de un lado a otro, sin concluir ninguna encomienda. El clima comienza a encender y las campañas todavía ni empiezan.



Que los candidatos no olviden que el "voto diferenciado" ha cobrado fuerza entre la ciudadanía en las últimas jornadas electorales.