Llevamos más de dos décadas que el duopolio televisivo en México ha encontrado, en el mundo de la subcultura que permea las capas sociales en el país, la mejor forma para ganar "rating", y de esa forma contar con los elementos para vender publicidad a los grupos industriales, comerciales, gubernamentales y empresariales.
Han constatado que hacer telenovelas captura millones de familias que no se despegan de la televisión, y ya atrapadas “les venden” otro tipo de programas que, independientemente del lavado de cerebro –tan necesario para que sigan ensimismados, los emboban hasta convertirlos en "adictos" de una serie de programas que los han denominado talk show.
Así surgieron las famosas series del hermano mayor o "Big Brother", que TELEVISA promovió no solo como un programa de consumo, sino de deformación cultural, moral y ética que fomento no solo liberalismo sexual, sino un valemadrismo por la vida ordenada que contempla la responsabilidad laboral, familiar y social.
Para no quedarse atrás, aunque tratando de darle un sesgo más respetable, TELEVISIÓN AZTECA inicio sus programas de concurso LA ACADEMIA, que tenían el mismo script que el big Brother dado que metían a un grupo de señoritas y jóvenes en una casa, donde les colocaban cámara hasta en el baño para seguir cada uno de sus movimientos, y transmitir en vivo y a todo color escenas de sexo simulado, aparte de un lenguaje que impacto en la juventud de hoy, donde el “no mames” “wey” y otras más las repiten varias veces en menos de un minuto la juventud.
Ya metidos en esos reality shows, como realmente se denominan, ya que el término talk show es una mala interpretación de la traducción del concepto, ambas televisoras han incursionado en nuevos programas donde el lenguaje soez, la violencia verbal y física, el engaño y la corrupción son el pan de cada día, como ocurre en los programas de Laura Bozzo Rotondo, Niurka Marcos y Rocío Sánchez Azuara.
Los tres nos regresan a la etapa de los 90, mostrando una involución en materia de creatividad televisiva. Es decir, que mientras en otras naciones la radio y televisión han evolucionado, colocando en la pantalla programas ya no digamos culturales-educativos-científicos, que de suyo lo han hecho y con grandes innovaciones, sino al menos de entretenimiento y acción acordes al siglo XXI que nos esta tocando vivir.
En estos reality shows la mentira, la actuación, la calumnia, la demagogia y la violencia son el timbre que transparentan el nivel cultural que viven millones y millones de compatriotas que ven en esos programas la salida falsa a sus problemas, o que se identifican con los temas allí actuados como el de la violencia contra las mujeres, donde Laura Bozzo o la cubana Niurka afirman luchar contra ella, pero que ya en sus programas permiten las cachetadas, los escupitajos, los arañazos y el lenguaje ofensivo y denigrante entre las panelistas.
¿Cómo califica usted este tipo de programas? ¿Esta de acuerdo que estén en la pantalla chica? ¿Cree que la peruana Laura Bozzo es una persona con calidad moral para venir a montar a nuestro país este tipo de programas con el apoyo y beneplácito de Emilio Azcarraga jean?
¿Considera que la cubana Niurka Marcos es una mujer apta y capaz para hablarle a sus invitados de valores y buenas costumbres en su programa? ¿Cree usted que el gobierno debería aplicar la Ley de Radio y Televisión que prohíbe este tipo de programas porque desvirtúan y denigran los valores sociales? ¿En pocas palabras, aprueba este tipo de programas?
En la época de los 90 en que salieron los big Brothers, la sociedad pensante presiono de tal forma al gobierno que lograron suspenderlos. ¿Estaría de acuerdo que de nueva forma volviera a construirse un gran movimiento para impedir que estos programas salieran al aire?
Porque si a usted le gustan esos reality shows ¡Aguas!, porque ya esta en consecuencia en el inframundo del “me vale madres”, “que hagan lo que quiera este gobierno” y “Viva TELEVISA y TELEVISIÓN AZTECA por tener este tipo de programas entretenidos o divertidos”
Mientras todos esto sucede, el gobierno federal por omisión permite que los dueños de las televisoras sigan alentando este tipo de programas, sin importar la deformación cultural que genera.
Puede escribirme sus comentarios a mi correo electrónico plazacaracol@hotmail.com para juntos allí formar una corriente de opinión al respecto.
Twitter:HELIHERRERA