15/09/2013 16:37:55 - Xalapa, Ver. por Helí Herrera Hernández
Con la revolución tecnológica mi opinión también se difunde en diferentes portales electrónicos, varias radiodifusoras, y en noticiarios del sistema de cable locales a lo largo y ancho del Estado de Veracruz.
En cambio usted es periodista en la capital federal, con larga trayectoria en la radio, la televisión y prensa escrita. Antes en IMEVISIÓN (radio y televisión estatal) y hoy en TELEVISA pero siempre, desde que era reportero, muy leal, solidario, fiel y cuidadoso del patrón a quien sirve.
Gracias a la fuerza que los poderes fácticos han adquirido a lo largo de los gobiernos del PRI y del PAN, usted se ha dado el lujo de sentar en su mesa de entrevistados a líderes de izquierda y sociales a quien ha despedazado, no dejándolos hablar, tratando de sembrar en el tele o radio-auditorio una imagen de gente que se opone al progreso de México, y que estaría mejor la nación si ellos se cruzaran de brazos y dejaran dictar y aplicar las políticas públicas que ellos y el gobierno quieran, sin oposición alguna.
Es tanta la fuerza que detenta que se da el lujo de entrevistar al Presidente de la República en turno cuando quiere, preguntarle lo que a su juicio desea saber, interrumpirlo en el momento que lo cree pertinente, y cortar la entrevista cuando a su juicio, haya que concluirla.
Usted cobra por todo lo que hace, dice y escribe. Acá en la aldea lo hago sin recibir compensación alguna, tan solo para aprovechar los espacios que generosamente me brindan. Por eso al escucharlo todos los días y ver a quien critica y a quien ensalza, me percato de que lado esta y a que intereses sirve, comprendiendo los epítetos que le lanza a gente que discrepa del discurso oficial, del >status quo<, del glamour y del chanel que debe embargar a Palacio Nacional, y más cuando se va a dar el grito de independencia.
Lo he escuchado narrando, con placer siniestro, la desintegración de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, sin importarle el despido de más de 30 mi trabajadores y el grado de indefensión de sus familias; le ví su rostro de placer cuando México vive el desafuero de Andrés Manuel López Obrador y todo, por abrir una calle para conectar una avenida con un hospital; lo he visto narrar las tragedias en las Minas norteñas del "Grupo México", pero sin decir nada de sus propietarios que son, los culpables de tantas muertes que han ocurrido; lo he escuchado acusar a la familia SADA de enriquecimiento a costa de las necesidades de los enfermos y todo por atreverse a buscar una tercera cadena nacional de televisión. Antes nada.
Pero usted no solo cobra por hablar sino también por guardar silencio. Nada dijo de los perseguidos, encarcelados, mutilados y asesinados en el movimiento estudiantil de 1968 donde usted ya era periodista-reportero. Mas adelante sus apariciones en la radio y televisión fueron para condenar a los jóvenes y sus maestros por querer democratizar a este país, acusándolos de comunistas, desestabilizadores, violentos, quebrantadores de la paz y el orden social. Hoy, la historia dice otra cosa de ellos y usted y la televisora con quien se vende han contratado intelectuales "Light" para grabar apologías y venderlas en Mix up, en sambors, en vips, haciendo dinero de esos jóvenes y maestros a quienes ustedes crucificaron.
Usted ha hecho escuela de esa perversidad. Por la mañana vemos con su propio estilo a Carlitos despotricar contra todo aquello que huela a lucha social, a las buenas costumbres y a la decencia; en otro canal de su empresa están unos "maduros" que se sienten jovencitos, y con calificativos ofensivos le dan un día si y al otro también a los maestros, a los electricistas, a los mineros, a las mujeres que luchan por la legalización del aborto y hacen manifestaciones, y le dan también primero a Cuauhtemoc Cárdenas, Luego a López Obrador y hoy a Mancera por no garrotear a los manifestantes. Pero se callan la boca cuando el primero acoso a Laura y los otros los detienen porque andaba uno de ellos ebrio totalmente y encuerado, corriendo por una avenida.
Hoy como en el 68, su empresa y el gobierno a quien sirve y le cobra por sus servicios (ya están circulando en las redes sociales copias de los cheques de casi medio millón de pesos que el gobierno del estado de México le extiende), la han agarrado contra los maestros que disienten de una reforma constitucional, y que pacíficamente están luchando por su derogación: "mugrosos", "apestosos", "huevones", "ineptos que no quieren evaluarse", "¿porque se tarda tanto el gobierno de Mancera en echarlos del Distrito Federal o proceder la secretaria de educación contra ellos cesándolos?"
Tratan de poner a la sociedad contra ellos acusándolos de no quererse evaluar, cuando todos los maestros están de acuerdo en hacerlo, pero se callan la boca (otra vez), y nada dicen de las paupérrimas condiciones en que se hallan las escuelas, los bajos salarios que perciben, los grados de desnutrición con que llegan los niños a las aulas que les impide retener conocimientos.
Critican a unos pobres maestros pero nada dicen de los líderes sindicales corruptos que viven como reyes árabes así como del gobierno que les permite dicho enriquecimiento. Nada dicen de los políticos que llegan con una mano adelante y otra atrás, y cuando salen del encargo ya tienen casas hasta en el extranjero; nada dicen que nosotros, el pueblo, seguimos sosteniendo las pensiones millonarias de los expresidentes de la república y de los miembros de la suprema corte de justicia, nada dicen del FOBAPROA y la injusticia que nosotros tengamos que seguirle dando miles de millones de pesos anuales a los "pobres banqueros". Nada dicen de los paraísos fiscales que disfrutan las empresas en México y mucho menos de los miles de millones de pesos que le regresan a TELEVISA cada año, quizás como pago por ser abyectos al gobierno neoliberal-patronal.
Usted don Joaquín y su alumno Carlos piensan que somos gordos los mexicanos porque tenemos mucho dinero y comemos bien. Si los evaluáramos en este contexto así contestarían, igual que somos pobres porque no trabajamos. De ingles ni nos atreveríamos a pedir una evaluación porque eso si, usted lo domina a la perfección (juay de rito).
Ahora que el gobierno peñista ya les hizo caso y desalojo violentamente a los maestros ya pueden estar tranquilos don Joaquín. La plaza de la Constitución ya no huele feo, ya no hiede. La noche del grito el olor abajo, afuera, en la plancha fue de perfume barato, de replicas, pero eso si, adentro de Palacio Nacional, las gentes "bonitas" dejan a su paso el olor del perfume Imperial Majesty, Clive christian; las lermes de baccarat; a faunbourg hermes; a poivre carón, a bolt of Lightning, o muy jodido muy jodido, a chanel número 5.
Mientras la patria siga siendo generosa con usted don Joaquín, no importa que haya niños que se mueran por desnutrición o por falta de atención médica. No importa que sean más de 70 millones de compatriotas que vivan con dos dólares al día; no importa que no haya medicinas en los hospitales públicos. Lo que importa son sus privilegios y los de su clase social opulenta.
¡Usted es un guerrero de ella!
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